¿Sabía que las enfermedades cardiovasculares son causantes de 17,5 millones de muertes al año? Si la respuesta es no, probablemente no haya calculado que la cifra citada acumula el 30% de las pérdidas humanas globales y tampoco que, de seguir así, en el 2015 estas patologías se cobrarán nada más y nada menos que unos 20 millones de vidas, tal y como asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS. Por esta razón, la Federación Mundial del Corazón quiere aprovechar el aniversario global del músculo rey para lanzar el mensaje de que modificando algunas costumbres podemos fortalecer la salud de nuestro corazón y prevenir riesgos.
Las enfermedades cardiovasculares causan más de una muerte cada dos segundos en el mundo, lo que, según la OMS, equivale a todas las muertes producidas por el sida, la tuberculosis, la malaria, la diabetes, todos los tipos de cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas de forma conjunta.
Bajo el lema '¿Conoces tus riesgo cardiovascular?' hoy se celebra en un centenar de países el Día Mundial del Corazón. El padrino español es este año el jugador Luis García, del Atlético de Madrid. "Come sano, haz ejercicio y no fumes, porque un corazón sano es un corazón para toda la vida. Ponte en marcha" es el mensaje que lanza el rojiblanco en un anuncio televisivo para prevenir y concienciar a la población de la necesidad de desarrollar hábitos saludables y que, además, se emitirá este domingo en el videomarcador del Vicente Calderón, durante el encuentro que disputan el equipo madrileño y el Sevilla. Además, se soltarán como homenaje 2.000 globos en forma de corazón, mitad rojos y mitad azules.
En España, al igual que en otros países, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de defunción (un 32,7% de las muertes), según un estudio publicado por el Ministerio de Sanidad y Consumo en 2007. De entre todas ellas, las cardiopatías isquémicas ocasionan las mayores bajas humanas dentro de nuestras fronteras, pese a ser prevenibles.
Por este motivo, el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, se ha reunido recientemente con la Confederación Española de Pacientes Cardiovasculares para impulsar una estrategia que tendrá como eje programas de prevención y rehabilitación cardiaca para los distintos pacientes, desde la estancia en el hospital, hasta su día a día tras el alta médica
Estas patologías son la segunda causa de hospitalización (en concreto, casi medio millón de personas ingresan al año) en los centros españoles, por detrás de los ingresos relacionados con la gestación, durante el embarazo, el parto y el puerperio. El coste medio por cada paciente cardiovascular hospitalizado en nuestro país le cuesta al Sistema Nacional de Salud unos 5.206 euros. "La prevención y la promoción de hábitos saludables evitarían muchas enfermedades y fallecimientos", ha destacado recientemente Bernat Soria, lo que también reduciría notablemente la factura sanitaria.
Con motivo del aniversario del día mundial de estas patologías, la Fundación Española del Corazón, en colaboración con la Sociedad Española de Cardiología, quiere llamar la atención sobre los factores de riesgo que acentúan las posibilidades de desarrollar una cardiopatía o sufrir accidentes vasculares. La hipertensión arterial, la falta de ejercicio, el sobrepeso, la hipercolesterolemia, la hiperglucemia, el tabaquismo y una mala alimentación están reconocidos como uno de los principales agravantes de este tipo de enfermedades.
Pautas para una buena salud cardiovascular
La OMS calcula que cerca del 80% de los ataques cardiacos prematuros son prevenibles. "Muy pocos somos conscientes de si nuestro estilo de vida y nuestra herencia genética pueden estar aumentando el riesgo de que desarrollemos una enfermedad vascular o suframos un infarto. Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para cuidarse el corazón", asegura el profesor Sharhryar Sheik, presidente de la Federación Mundial del Corazón. "Conocer el propio nivel de riesgo supone dar un paso pequeño, pero muy importante, para vivir más y mejor", añade.
Un corazón sano se forja con una dieta equilibrada, que incluya la ingesta necesaria de frutas y verduras, cereales, pescado y restringiendo las proporciones de sal y azúcar que se le añaden a los alimentos. Además, dedicar al menos 30 minutos al día de actividad física ayuda a mantener a raya el corazón, teniendo en cuenta que unos 60 minutos de ejercicio la mayoría de los días bastan para mantener un peso saludable.
El tabaquismo es uno de los agravantes que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, incluso en fumadores pasivos. Dejar de fumar disminuye el riesgo asociado, que puede llegar a reducirse hasta la mitad después de un año.
La OMS recomienda también vigilar regularmente la tensión arterial, los niveles de glucemia y el colesterol. Se calcula que para el año 2025 más de 1.500 millones de personas padecerán hipertensión. Por este motivo, la Agencia de Normalización de los Alimentos británica ofrece los siguientes consejos alimenticios para no consumir sal en exceso.
No sólo se trata de frenar el impulso de agitar el salero más de lo necesario, además, hay que tener mucho cuidado con la sal que no se ve, es decir, la que contienen los alimentos que compramos preparados, que suponen aproximadamente un 75% del total que recomienda la OMS para la ingesta diaria, unos 5 gramos diarios (una cucharadita).
Conozca también los síntomas
En ocasiones la primera alerta de una patología cardiaca puede ser un infarto o cualquier otro accidente cardiovascular. Los síntomas de un ataque cardiaco incluyen dolor en el centro pecho, el hombro y el codo izquierdos, la espalda y la mandíbula. Además, las personas pueden experimentar difultades para respirar, malestar, náuseas, palidez, mareos o desmayos y caer en un baño de sudor frío.
Los avisos de un posible infarto cerebral se concentran en el aumento de la sensibilidad de la cara, el brazo y la pierna, en la mayoría de los casos, concentrados en un mismo lado del cuerpo. La confusión, el aturdimiento, las dificultades lingüísticas, la pérdida parcial de visión en uno o ambos ojos y las dificultades de coordinación, son también síntomas de un ictus.