Los 20 kilómetros marcha femeninos han seguido el guión previsto. Es decir, la prueba ha dado de sí lo que han querido las atletas rusas. Ellas han dispuesto y las demás han debido adaptarse a las circunstancias. Después de 2 km lentos, con un grupo compacto, las rusas Kirdyapkina y Kaniskina se despegan. El ritmo se acelera y van tomando ventaja sobre un grupo perseguidor formado por la tercera rusa, Sokolova, la alemana Seeger, la portuguesa Santos y las españolas María Vasco y Beatriz Pascual. Nuestra tercera compatriota, María José Poves, marcha en otro grupo más retrasado.
Kaniskina se despega de su compañera e inicia una cabalgada en solitario que será definitiva, pues a partir de este momento el primer y segundo puesto no sufrirán variación. Del grupo perseguidor antes citado tira Sokolova. El km 10 es primera Kaniskina en 44:11, seguida de Kirdyapkina, a diez segundos. El grupo pasa en 44:51. Pero pasada la mitad de la prueba ocurre algo que trastoca todos los planes. María Vasco, que iba cómoda, se lleva la mano al muslo y ha de parar con ostensibles gestos de dolor. Para ella la prueba ha terminado. La decepción entre el público es enorme. Del grupo se descuelga Seeger, pero luego volverá a contactar. En el 11 la tercera rusa se va con Seeger y marchan ambas en tercera posición. Por delante están Kaniskina y Kirdyapkina sin ninguna variación. Beatriz se deshace entonces de Santos, que no está bien, y marcha en solitario en quinta posición. Al cabo de una hora de carrera Pascual pasa a la alemana ante el aplauso del público. Y se va a por Sokolova, con gran determinación. Ha de intentarlo con todas sus fuerzas. Por momentos parece que puede alcanzarla pero no puede ser. La rusa incrementa su marcha y es inalcanzable, la distancia aumenta y la medalla está cada vez más lejos.
Pero por detrás viene una recuperada Seeger, que puede darle alcance. Beatriz lo sabe y lucha y sufre muchísimo, marchando más con el corazón que con las piernas. Al cabo de los 20 km es primera Kaniskina, que señala 1h27:44, segunda su compatriota Kirdyapkina, con 1h28:55, y tercera la también rusa Sokolova.
Es el primer triplete desde 1998. Por detrás, Beatriz no ha podido evitar que Seeger la adelante a falta de 1,5 km y entra quinta con 1h29:52, ha podido bajar de la hora y media, a 9 segundos de Seeger. A María José Povés la habíamos dejado atrás, ahí siguió, muchas veces en solitario, hasta acabar en muy estimable undécimo lugar, con 1h34:19. Le agradecemos el gran esfuerzo que ha hecho hoy.
Beatriz se mostraba contenta, dada la mayor categoría de las tres atletas rusas. Había corrido en casa, ante su público, que la había apoyado incondicionalmente. Lo había dado todo y no podía haberlo hecho mejor. Enhorabuena, campeona. Por su parte, María Vasco, como os podéis imaginar, está destrozada. Llora y no hay manera de consolarla. Se emociona contando que en el momento de la lesión, apoyada en la valla, pensó en su madre y en lo preocupada que podía estar. Pensó en todos los que la han apoyado, amigos y desconocidos, en que puede haberles decepcionado. Y se le pasaron por la cabeza muchas cosas, muchas ilusiones y deseos hoy rotos. Dice que no le duele la pierna sino el corazón. "Está visto que los europeos no son para mí" dice con una sonrisa que le cambia la cara. María, no has decepcionado a nadie sino que nos has demostrado una vez más que no sólo eres una excepcional atleta sino una excelente persona. Mucho ánimo para el futuro.
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