La favorita Anna Alminova tomó la cabeza a los 300 metros de carrera. Ya no la soltaría hasta cerca del final. El 400 se pasa en 1:03.61, con Nuria sexta y Natalia séptima, bien colocadas y atentas. El grupo se estira. Alminova lleva detrás a Cakir y a Dehiba. Sin cambios en las posiciones la carrera se ralentiza y se pasa el 800 en 2:09.04. Natalia progresa por fuera y Nuria va por dentro. A falta de 500 metros Alminova es primera con Natalia concentradísima. El ritmo ha disminuido y al paso por la campana el grupo es algo compacto. El 1.200 se pasa en 3:14.48. Natalia ataca por fuera y a falta de 150 se empareja con Alminova, que va ya muy justa. Es a falta de 100 metros cuando Nuria se cuela hábilmente y se mete entre Dehiba, que va por dentro, y Alminova. La maniobra es genial. Nuria se va imparable hacia la meta. Natalia aprieta los dientes y progresa. Nuria adquiere unos metros de ventaja increíbles para tan corta distancia. Entra abriendo los brazos como siempre cuando gana, pero esta vez para ser campeona de Europa. Segunda es Dehiba y tercera una espléndida Natalia que logra el bronce. La favorita Alminova es sexta.

Nuria Fernández no se lo cree, abraza a Natalia, ríe, abraza a Barni, baila. Es la felicidad personificada. En ese momento ni se ha dado cuenta del registro: 4:00.20, marca personal, muy cerquita del récord nacional de su compañera. Natalia ha marcado 4:01.30, por supuesto marca de la temporada. El año pasado nos llevamos en Berlín una enorme decepción por las circunstancias que todos recordamos; hoy en Barcelona, aunque cambiando el orden de las protagonistas, el atletismo español se ha resarcido de aquellos momentos. Felicitamos con todo el cariño a nuestras dos campeonas. Ellas saben mejor que nadie los sacrificios personales que han tenido que hacer para conseguir lo que hoy han conseguido. Nuestras mamás voladoras son medallistas europeas. De nuevo, felicidades.