Ya sea que se trate de correr por el parque, hacer pesas o nadar, una hora de ejercicio vigoroso a diario puede reducir el riesgo de padecer cáncer intestinal, según reveló el lunes un estudio.
Incluso limpiar la casa, o realizar dos horas de actividad menos potente pueden marcar la diferencia, según la investigación, que incluyó a más de 413.000 personas de diez países europeos.
"Este estudio es significativo por el enorme tamaño de la muestra y los diferentes niveles de actividad analizados a lo largo de los países europeos", dijo la doctora Christine Friedenreich, de la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer (IARC por su sigla en inglés), en Lyon (Francia).
"Esto permitió un análisis más exhaustivo de cómo la actividad física influye en el riesgo de cáncer de colon", agregó la principal autora del trabajo.
La investigación fue publicada por científicos que trabajan para la European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC), diseñada para investigar las relaciones entre la dieta, la nutrición, el estilo de vida y los factores ambientales, y el cáncer.
Un equipo de expertos internacionales analizó el impacto del ejercicio físico sobre el riesgo de cáncer de colon y halló que las personas con los mayores niveles de actividad eran un 22 por ciento menos propensas a desarrollar la enfermedad.
El riesgo fue incluso menor, hasta un 35 por ciento menos, en el caso de los tumores ubicados en el lado derecho del colon.
A pesar de que el ejercicio tuvo mayor impacto en la reducción del riesgo de cáncer en las personas de peso normal, también resultó beneficioso para una menor cantidad de hombres y mujeres que tenían sobrepeso o eran obesos.
No obstante, la actividad física no tiene un efecto protector contra el cáncer rectal.
Los cánceres de colon y recto se encuentran entre los tipos más comunes en los países desarrollados. Más de 940.000 casos son diagnosticados por año y alrededor de 492.000 personas mueren a causa de la dolencia, según el IARC.
Los expertos en salud estiman que cerca del 70 por ciento de los casos podrían prevenirse con cambios en la dieta y el ejercicio
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