La combinación entre el paso del tiempo y el sedentarismo, perjudican físicamente más a la mujer que al hombre. A lo largo de la vida, las mujeres tienen hijos y, encima, tienen que hacer frente a la menopausia.
Este proceso natural genera la perdida de masa ósea y aumenta el riesgo de fracturas y de mortalidad cardiovascular, crece la cantidad de tejido adiposo, el colesterol y los trastornos psicofísicos; y en un gran porcentaje de los casos se sufren a causa de la falta de actividad física.
El ejercicio corporal y la educación al respecto son factores fundamentales en esta época de la vida. Tener conciencia de esto, desde muy temprana edad, es la mejor forma de prevención y mejoramiento de la salud en un periodo en el que todo problema se agranda.
Ingerir calcio y mantener un ritmo de ejercitación física adecuadas (un profesional lo puede recomendar) dan una consistencia a la estructura ósea y al vigor de las articulaciones. La gimnasia también favorece cualquier tratamiento para bajar el colesterol, especialmente en las mujeres.
La mujer a muy temprana edad pierde tejido muscular y gana adiposo, producto de sus hábitos sedentarios de vida. Este fenómeno no se observa en la mujeres físicamente entrenadas y tampoco se aprecian los síntomas que el gran porcentaje de las mujeres comunes presentan y que visitan al medico periódicamente.
Muchas de las dolencias padecidas diariamente por las mujeres tienen que ver con la perdida de tejido muscular, con esto la pérdida de la capacidad funcional del tejido muscular y la perdida de fuerza, resistencia, agilidad, equilibrio y coordinación, variables que en buena condición son el reflejo de una buena salud cardiovascular, metabólica y ósteomuscular.
El envejecimiento no es sinónimo de enfermedad en la mujer. El envejecimiento en la mujer, acompañado por el hipoestrogenismo (disminución en la producción de estrógenos) y que sumados a condiciones genéticas propias e individuales, determina distintos ritmos y grados de envejecimiento.
Por eso muchas veces la edad cronológica no tiene una correspondencia directa con la edad fisiológica, y esa edad fisiológica de la mujer puede ser positiva y significativamente alterada, por la practica adecuada de ejercicio físico.
La mujer debe gastar muchas calorías diarias haciendo el ejercicio recomendado por un profesional que le indicará qué tipo de gimnasia la ayudará y cual la puede perjudicar.
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