Rusia se proclamó campeona de Europa de baloncesto, tras vencer en la final, celebrada en Patras (Grecia), a la República Checa por 59-56.
Rusia comenzó el encuentro fuerte, con un parcial de 7-0. Llevó la iniciativa durante los dos primeros cuartos llegándose al descanso con una ventaja de doce puntos (34-22).
La República Checa mejoró en defensa y gracias a Lucie Blahuskova y Romana Hamzova en ataque consiguieron un parcial de 9-2 que permitió a su equipo ponerse a sólo dos puntos (42-40), aunque al final del tercer cuarto se llegó con el marcador de 46-42.
En el cuarto definitivo, de nuevo Romana Hamzova lideró a la República Checa consiguiendo igualar el partido a 53, pero Rusia volvió a imponer su ritmo y juego para finalizar el encuentro con victoria.
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