La jugadora internacional de rugby femenino María Casado está convencida que España "puede y debe luchar por medalla y así está planificado" en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, una vez que esta disciplina esté en la categoría de exhibición en la próxima cita olímpica en Londres 2012.
"Todo el trabajo se está encaminando a este objetivo y el rugby femenino español sigue demostrando en cada campeonato -Europeo o Mundial- que es una de las potencias de este deporte a nivel mundial", afirmó la jugadora leonesa de 24 años que pertenece al equipo universitario de El Albeitar de León.
Desde que formara parte, desde el pasado mes de mayo, de los programas de formación de la Federación Española, la delantera de Valencia de Don Juan, ya ha sido partícipe de algunos éxitos internacionales como el campeonato del mundo universitario en Oporto, donde España derrotó a Rusia en la modalidad de ruby a siete.
María Casado, que antes del rugby practicó otros deportes como el baloncesto, fútbol sala o piragüismo, se decantó hace casi cuatro años por el balón ovalado porque considera que "reune la esencia del espíritu verdadero del deporte, el compañerismo y además requiere de una gran exigencia física y mental, por lo que es una mezcla de todo", afirmó a Efe.
El mayor inconveniente que encuentra la jugadora internacional es la escasa competitividad que encuentra, a nivel de clubes, en la Comunidad de Castilla y León, ya que a pesar de que Valladolid sea una de las cunas del rugby nacional, a nivel femenino, pese al incremento de practicantes, el nivel aún es muy bajo.
"Lo interesante sería que se creara una competición profesional o casi profesional para que pudiera subir el nivel de competencia, porque el margen de mejora solo se logra cuando hay las concentraciones permanentes de tres meses con la selección", reconoció.
El calendario de compromisos se le amontonan a la universitaria leonesa que tras disputar en París en octubre pasado un torneo internacional, tiene previsto desplazarse en febrero a Las Vegas (Estados Unidos), para continuar durante los meses siguientes con torneos en Amsterdam (Holanda), Francia, Inglaterra o España, con enfrentamientos en Benidorm o Madrid.
Todo está enfocado a conseguir el mejor nivel de preparación para el siguiente Europeo de rugby a siete que se disputará en Moscú el próximo verano y donde España aspira a conquistar el título continental.