El domingo 2 de octubre comienzó una nueva temporada en la División de Honor femenina que, como su homóloga masculina, está marcada por la disputa del Preolímpico, previsto del 14 al 25 de marzo. La necesidad de que el equipo español llegue en plenas condiciones a esta cita y consiga la clasificación para Londres 2012 supedita el calendario liguero a la preparación del Preolímpico y elimina los playoff calcando el modelo de la masculina. En el plano deportivo, el Club de Campo, dominador absoluto de las últimas tres temporadas, pierde a su jugadora franquicia, la argentina Carla Rebecchi (elegida por la FIH dentro del All Star Team del pasado año), dejando un mayor margen de esperanza a los candidatos a destronarle.
De igual forma que la masculina, la División de Honor femenina tendrá dos partes separadas por las Navidades y el Preolímpico. En la primera, desde el 2 de octubre hasta el 18 de diciembre, se disputarán once jornadas (todos los equipos se enfrentarán entre sí una vez) que darán paso a la configuración de dos grupos de seis. Establecidos estos dos grupos, la resolución del título (primeros seis clasificados) y la del descenso (del séptimo al duodécimo) se aplazará hasta la segunda parte, prevista del 15 de abril al 13 de mayo.
En el primer grupo, los seis mejores se jugarán el título en cinco jornadas más (habrá 16 en total) arrastrando los resultados entre sí de la primera fase y jugando en el campo del que haya actuado como visitante en la ida. No habrá playoff. En el segundo, los otros seis equipos lucharán por evitar el descenso de la misma forma que los del primer grupo. Los dos últimos (11º y 12º) perderán la categoría.
La ausencia de playoff y de fase de descenso, principal novedad con respecto a las dos últimas temporadas, acrecentará la importancia de cada partido transformando en oro cada punto ganado y obligando a los doce equipos a llegar en plenas condiciones al domingo 2 de octubre.
Muchos candidatos en las “dos ligas”
Entre el premio gordo, el título, y el gran castigo, el descenso, hay un margen suficientemente amplio como para englobar a la mayoría de los doce equipos de la División de Honor. En el primero, el del título, el Club de Campo parte un año más con el cartel de favorito, aunque la marcha de su delantera Carla Rebecchi, que vuelve a Argentina para preparar los Juegos de Londres, supone una baja de mucho peso para una plantilla que, de todas formas, seguirá contando con mucho hierro ofensivo y que ficha a la internacional Bea Pérez.
Si el Club de Campo falla, existe un nutrido grupo de aspirantes a su corona en el que sobresale por derecho propio la Real Sociedad, subcampeona en las dos últimas ediciones. El RC Polo también irrumpe con fuerza en todas las quinielas después del tercer puesto de la pasada temporada y de la incorporación de dos internacionales, Isa Barguñó y Marta Prat, que aumentarán la calidad del once titular. Por su parte, el Club Egara mantiene el grueso del equipo que le llevó el año pasado a disputar un playoff por primera vez en su historia y si mantiene su progresión también será un claro aspirante a la victoria.
Sin Marta Prat ni Isa Barguñó las expectativas del CD Terrassa (el último que consiguió inscribir su nombre en la Liga antes de los tres años de dominio del Club de Campo) quedan sensiblemente rebajadas, aunque mantiene su apuesta por la cantera, lo siempre le ha dado buenos resultados, de forma similar al Atlétic de Terrassa y al Junior FC, que el año pasado quedaron fuera del grupo por el título y que, apoyados en las jugadores de casa, esperan retornar a la élite.
El Ciudad de las Palmas acusará en las primeras jornadas su falta de rodaje por motivos geográficos, aunque su buen hacer en la 2010/11 es un aval para las canarias. El Alcalá HC, a pesar del crónico éxodo de jugadoras al término de cada Liga lleva cuatro años instalado en la máxima categoría y junto al SPV’51, un histórico del Hockey femenino con un título en su haber, apunta a seguir un año más en ella.
Por su parte, los recién ascendidos RS Tenis y Castelldefels cuentan con argumentos suficientes como para no pagar la novatada y evitar el regreso a Primera, algo que les sucedió el año pasado a los dos recién ascendidos, el CajaCantabria Sardinero y el Ourense Galicia Calidade.