Sara Errani (Bolonia, 1987) alzó ayer su primer trofeo de Grand Slam al imponerse, junto a Roberta Vinci, en la final de dobles de Roland Garros: 4-6, 6-4, 6-2 ante las rusas Petrova y Kirilenko. Y a las 15:00 horas (Energy) de hoy, en su primera final individual de Grand Slam, Errani asaltará a Maria Sharapova: que también debuta en la final de Roland Garros y, que si gana, habrá cerrado la conquista de los cuatro grandes torneos del Slam. Pero el grito que más usa la infatigable Errani durante sus batallas sobre la arena roja no es ningún lema italiano: se trata de un estridente 'Vamoss' que parece calcado del lema de un tal Nadal.
No es casual: Errani lleva entrenándose en Valencia (Academia TenisVal, en Silla) durante los últimos siete años, a las órdenes del técnico Pablo Lozano. En Silla, en el Club Saladar, Errani comparte sesiones con David Ferrer, quien ya la señaló como su favorita para ganar este Roland Garros. Errani ha cambiado raqueta: de Wilson a una Babolat, con más de un centímetro extra de marco. Tuvo que abonar 30.000 dólares para romper con Wilson. "Una decisión arriesgada que está dando resultados", dice ahora. En vísperas de encuentros importantes, Sara suele repetir una misma pesadilla en la que va a las toilettes durante el gran partido de turno, acaba despistada y es descalificada por no volver a la pista. "Cuando jugamos puntos decisivos en la PlayStation, es tan competitiva que sus pulsaciones llegan a subir hasta 190", contó Lozano en L'Equipe. Si hoy frena a Sharapova, Errani será la primera campeona de Roland Garros en individual y dobles desde Mary Pierce en 2000.
PROTAGONISTA: Españolas que han brillado en 2010, encabezadas por Edurne Pasaban
EDURNE PASABÁN
se convirtió el 17 de mayo de 2010 en la primera mujer en hollar los 14 "ochomiles" tras hacer cumbre en el Shisha Pangma (Tíbet; 8.027 metros). Un reconocimiento que tuvo que esperar, ya que la coreana Ho Eun-Sun había reivindicado ese privilegio antes, pero la Federación de Montañismo surcoreana acabó dando la razón a la tolosarra. A sus 37 años -lleva escalando desde los 14- acaba de recibir el premio a la mejor deportista española de 2010, estuvo nominada al Príncipe de Asturias también el año pasado y ha recibido la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Esta ingeniera técnica industrial sigue marcándose retos. El próximo: acometer la ascensión "sin oxígeno al Everest".