La única atleta juvenil que en la historia ha bajado de 11s en los 100m firma un contrato profesional de 10 temporadas
Candace Hill, de 16 años, tiene la vida resuelta, la universidad pagada y algo más, hasta que cumpla 26 años.
Dados sus logros en la vida —Hill, jovencita estadounidense de un pueblo pegado a Atlanta (Georgia) y buena estudiante, ha corrido los 100m en menos de 11s, algo que ninguna atleta en la historia había logrado nunca en edad juvenil, y, por su precocidad, ya se la conoce como la Usain Bolt femenina—, la noticia no es exactamente sorprendente, pero aun así ha ocupado esta semana páginas enteras en los grandes diarios estadounidenses, incluido el New York Times,fascinados por la rapidez con la que Hill, llamada a ser la reina de la velocidad mundial a partir de los Juegos de Rio, afronta los desafío. nadie tampoco antes de ella se había hecho profesional del atletismo a los 16.
Esta semana en la que se ha referido su secreto contrato de una década con la multinacional japonesa de zapatillas Asics ha supuesto la segunda racha de popularidad de Hill, quien al hacerse profesional siendo aún alumna de bachillerato, se desvía del camino habitual en su país, que exige un paso por los equipos universitarios y obligatoriamente amateurs antes de lanzarse a sacar provecho económico de sus dotes atléticas, de su fama y de la expectación que ha generado.
Hace exactamente seis meses, el 20 de junio, Hill, nacida en febrero de 1999 y tan grande y rápida como tierna en un físico adolescente de musculatura aún no definida, corrió en Seattle los 100m en 10,98s, una marca con la que habría sido medallista olímpica en Pekín, por ejemplo. Ninguna antes, ni siquiera Marion Jones, ni siquiera las fenomenales jamaicanas que dominan la recta los últimos años, se habían acercado a esta marca cuando juveniles. Un mes después, en Cali (Colombia), confirmó que su talento atlético es único ganando los 100m (11,08s) y los 200m (22,43s, también récord mundial juvenil) de los Mundiales juveniles. El cometa Hill no era humo, en efecto, y hasta las grandes cadenas televisivas, como CNN, se lanzaron a contar su vida.
Felix y Cain, antes
Como ella, antes, muy pocas atletas se han saltado la universidad con resultados dispares. Si se quiere hablar de acierto hay que recordar a la californiana Allyson Felix, cuatro veces campeona olímpica y nueve mundial en 200m y pruebas de relevos con Estados Unidos. Felix se hizo profesional en 2003, a los 17 años y, a sueldo de Nike, se fue a estudiar a la Universidad del Sur de California y a entrenarse en Los Ángeles con Bob Kersee. Es el espejo en el que todas quieren reflejarse. La cruz en la historia la podría representar Mary Cain, un fenómeno del medio fondo, la mejor del mundo a los 16 años, que no ha resistido el régimen de su entrenador, Alberto Salazar, a quien siguió a los 17 años desde Nueva York a Oregón cuando firmó un contrato profesional con Nike. A los 19, Cain, después de la peor temporada de su vida, ha regresado a Nueva York.
La gente de Asics, que ya le ha cambiado de entrenador a Hill (Tony Carpenter, quien fue en sus tiempos técnico de la veterana jamaicana Veronica Campbell Brown, ha reemplazado a su entrenador en el instituto, Vernon Elder) ha recalcado que no tienen la menor prisa por exprimir a Hill y que buscarán la longevidad deportiva antes que el brillo ya. “Algún día será la más rápida del mundo, pero ya llegará”, dicen en la empresa, donde cuentan que lo que les ha enloquecido de Hill es que es tan buena estudiante (habitualmente, en todos los cursos, la más lista de su clase, la que nunca se olvida de hacer los deberes también) como buena atleta. “Es una superdotada de cuerpo y mente”.
La atleta no para de hablar de un futuro que parece tener bastante claro. “Quiero correr más rápido”, dijo. Aunque aún no ha elegido universidad, sí sabe qué quiere estudiar: biología, para después hacerse médica o periodista deportiva.
Fuente: http://deportes.elpais.com/deportes/2015/12/19/actualidad/1450555572_095259.html